El grande se come al chico, pero lo que cuenta es el gol (1-1)

1.087 días después se volvía a disputar un derbi sevillano entre el Sevilla y el Betis. Un derbi que, comparando con los últimos, fue bastante limpio tanto dentro como fuera del campo, además de haber mucha competitividad y, sobre todo, fútbol. Una primera parte muy buena debería habernos hecho irnos al descanso con un 1-3 mínimo, pero el acierto de cara a portería no se termina de materializar. La expulsión de Fazio en la segunda parte hizo que el Betis dominara este, pero no pudieron con nosotros ni de esta manera.

Unos 3.000 Sevillistas se dieron cita en el Benito Villamarín, los Biris que siempre están con su equipo, que no los abandona nunca. Unos Biris que había momentos en los que se escuchaban más a ellos que al resto del campo, y los demás se limitaban a pitar... No dan para más. Gran detalle del equipo que, sin ducharse si quiera, volvió a salir al terreno de juego con el estadio ya vacío, para aplaudir a los Sevillistas allí presentes, precioso esto. Como también lo fue que el Sevilla saliera con camisetas apoyando a Miki Roqué.


Como dije la primera parte del Sevilla fue muy buena, con llegadas peligrosas, jugadas y concentración. Lástima que una falta en la frontal del área a su favor (dudosa, por cierto) la dieran la ventaja con un tiro imparable de Beñat. El Sevilla seguía intentándolo, y en una de ellas por fin llegó el empate: Navas la centró a la cabeza de Negredo y este remató con toda la furia que tenía contenida dentro, vuelve a marcar el delantero Sevillista (que dedicó el gol a Del Nido).


Tuvimos encerrado al Betis en los primeros 45 minutos, pero con un empate nos fuimos a los vestuarios.

La segunda mitad estuvo condicionada totalmente por la expulsión de Fazio por una entrada que, bueno, se puede considerar como falta, pero no como tarjeta amarilla que es la segunda. Además, el jugador contrario llega a pasar la pelota a su compañero, la entrada no es dura, y no mereció ser expulsado. Pero Fazio se fue del campo. Entonces, después de esto, el Betis tuvo casi todo el tiempo el balón, y digo casi porque hasta con uno menos pudimos marcar. Pero ellos no pudieron, la defensa estuvo de sobresaliente, y Varas apenas tuvo que tocar la pelota.

Velasco Carballo permitió que los jugadores del Betis se tiraran demasiado. Se tiraban en plancha a la piscina y, con el árbitro delante, seguía sin amonestar. Y así, lo único que conseguía era dejar que se volvieran a tirar. Más de uno debió ser expulsado, pero como es el Betis, no fue así. Parece mentira que el miércoles un tal Pepe jugara los 90 minutos, y ayer Fazio tuviera que irse a la calle.


En general, necesitamos 3 puntos como el comer, pero en un derbi puede pasar de todo, y no perder a mí siempre me alegra. Conseguimos empatar con uno menos, y sin Manu, Kanouté y Perotti, en un campo difícil, y más para nosotros. 26 puntos al final de la primera vuelta, que seguro que serán más de 52 al acabar la Liga, pues sólo hay que meter las ocasiones.

Los mejores fueron Negredo, que por fin hizo un gol; Navas, volviendo a ser el que todos conocíamos; y Reyes, muy activo, corriendo y dándolo todo en el campo.


Feliz por este punto ante el eterno rival, pero no lo estaré si no ganamos el próximo domingo 29 a las 21:30h ante el Málaga a domicilio. Este debe ser el punto de inflexión. Babá ya podrá jugar, presentado ayer ante su público en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, en el entrenamiento pre-derbi que hizo el Sevilla, al que fueron más de 10.000 Sevillistas.

Este es el camino a seguir, y yo confío en este equipo para conseguir grandes cosas. Somos grandes.

Acabar dando las gracias a @RubenRecacha, porque fue él el que tuvo la idea del título de esta crónica, y me dejó usarla ya que a mí me gustó.