El Sevilla no ha podido siquiera sacar un punto en casa ante un buen Barcelona, que fue desde el primer momento a sentenciar el partido lo antes posible. Algunos creíamos en poder empatar al menos, pero pasó lo normal, no hubo sorpresas.
Míchel sacó una alineación bastante ofensiva: Palop; Luna, Spahic, Escudé, Navarro; Medel, Rakitic, Navas, Reyes; Manu y Kanouté. Luego salieron Trochowski, Cala y Perotti. Luna sustituyó al sancionado Coke, manteniendo así el 4-4-2 tradicional.
Antes de que comenzara el choque pudimos ver un espectacular mosaico en las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán, llena de rojo y blanco en líneas horizontales. Fantásticos, una vez más, los Biris, que animaron sin parar independientemente de cual fuera el resultado. Incluso cuando González González señaló el final siguieron con sus cánticos, a lo suyo. Buen detalle también tanto de un equipo como de otro saltando al campo con camisetas de apoyo a Abidal, jugador del Barça que necesita un trasplante de hígado y desde aquí le deseamos una pronta recuperación.
Hablando del partido, la primera parte fue más del Barcelona que del Sevilla, aunque no demasiado. La posesión al término de los primeros 45 minutos era de 47-53% para ellos, muy ajustada comparado con los partidos que venía haciendo el equipo de Pep.
El Barcelona llegaba con peligro, y en dos de ellas llegarían los dos tantos visitantes, los únicos del encuentro. El primero de falta directa, golazo de Xavi. Spahic hace una falta clara muy cerca del área. Palop llegó a parar la pelota, pero ya dentro de la portería. El segundo lo hizo Messi, tras una pérdida de balón en el centro del campo. Tras los dos goles, el Barcelona bajó el ritmo y el Sevilla tuvo más posesión, y con ello llegaron dos ocasiones claras: la primera de Manu, que fue rápido y se anticipó a un defensa rival para rematar de cabeza y estrellar la pelota en el larguero. La segunda también fue de Manu, el balón se marchó fuera. Si no metemos esas muy poquitas van a entrar, esto empieza a ser desesperante.
La segunda mitad fue muy distinta. El Sevilla tuvo mucho más la pelota y llegadas bastante claras para, al menos, recortar distancias. Pero pasó más de lo mismo, no entran. Es cierto que el Barça pudo haber ampliado más el marcador si no llega a ser por un Palop que paró casi todas, la diferencia con el partido de ida es que Varas lo paró todo, incluso el penalti...
Navas y Medel fueron, una vez más, los mejores del partido, junto con Palop que nos salvó de la goleada. Mal Rakitic, Manu, Trochowski... los habituales.
Al final, derrota por cero goles a dos ante todo un Barcelona. El equipo de Míchel no jugó mal, dió la cara hasta el final, quiso, pero no pudo. No estoy del todo descontento con el partido, pero claro, se escapan otros tres puntos...
Ahora viajamos a Santander para enfrentarnos al Racing en una jornada intersemanal, jugaremos el jueves a las 20h de la tarde. Un choque en el que están en juego mucho más que tres puntos.
Lo que menos me gustó del partido, a parte de la derrota, fueron los pitos de parte de la grada a los jugadores cuando se realizaban los cambios. Si lo que quieres es animar, esta no es la forma. Aunque se esté cansado de todo, uno debe siempre estar con su equipo, y no pitar de tal forma, porque puede afectar más aún al jugador. No veo mal que se aplaudan a los del Barça, pero silbar a los nuestros me parece algo muy grave.
En fin, vimos a un Sevilla que lo intentó hasta el final y no bajó los brazos. No estoy contento, tampoco hundido. Esto se puede levantar todavía.
Ahora más que nunca, Sevilla Fútbol Club.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Escriba su comentario sin insultos ni provocaciones, por favor.
Gracias por participar.