Qué ilusos éramos.
Pensábamos los sevillistas que le podían quitar a Medel esa injusta y ridícula tarjeta roja por un cabezazo inexistente que se inventa y simula Cesc.
Y no sólo no se la quitan, sino que encima le caen dos partidos. No uno, no. Dos. Dos partidos de suspensión por... ¿por qué? Por nada. No hay cabezazo, no hay agresión, no hay absolutamente nada. Y dos partidos. Ni contra el Celta ni contra el Mallorca.
A Míchel, por si fuera poco, otros dos. No bastaba con uno.
Mientras, Cesc por insultar a Medel, por provocarlo y por simular, 0 partidos. Busquets, por esa entrada gravísima sobre Cicinho, 0 partidos. Y la mano de Thiago, sin sanción. Los tres podrán jugar este fin de semana. Medel no, ni Míchel podrá estar en el banquillo.
El caso es maltratar y perjudicar al Sevilla.
El Club dice que va a reclamar, pero no creo que sirva de nada. El caso es que la federación reconoce que no hay agresión y que Cesc finge, pero lo sanciona igualmente. Que alguien explique esto.
El Club dice que va a reclamar, pero no creo que sirva de nada. El caso es que la federación reconoce que no hay agresión y que Cesc finge, pero lo sanciona igualmente. Que alguien explique esto.
Y luego se preguntarán por qué odiamos tanto al Barcelona y al Madrid. Por cosas como éstas.
Parece una broma, un chiste. Pero no lo es. Esto lo que es, es una basura de Liga.
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