Érase una vez un equipo de fútbol andaluz que jugaba en Primera División. Empezó muy fuerte la temporada, con victorias en casa y empates a domicilio. Pero aflojó, el ritmo disminuyó y se notó en el campo. Para colmo se lesionaron jugadores importantes. Hubo suerte, porque un parón de dos semanas favoreció al equipo para recuperar a dichos lesionados. Todos esperaban un cambio en el siguiente partido con toda la artillería, pero no. El equipo siguió mal.
No hace falta que diga que estoy hablando del Sevilla FC. El partido de hoy volvió a ser bastante malo, sin peligro, sin llegadas, jugando a nada. No exagero, de verdad. Lo juro, hoy llegó un momento en el que me dió vergüenza que este fuera mi equipo. Hasta los jugadores del Athletic nos burrearon. Pase y pase. Nosotros, cero. Las alarmas están encendidas, y al rojo vivo. Aquí falla algo. ¿Él qué? No lo sé. Si alguien lo sabe que avise a Mercelino.
Hablando del encuentro en sí, la primera parte del Sevilla fue bastante floja. No tuvimos demasiado mucho el balón, aunque tampoco ellos. Una posesión más o menos del 45-55% para ellos. A parte de todo esto, volvemos a regalar balones, muchos. Y en uno de ellos viene el gol del Athletic: pérdida de Kanouté, falta absurda de Cáceres, regalo de Negredo, y gol de Iraola en el minuto 5. Menos mal que aprovechamos la mejor ocasión de la primera mitad: Kanouté cabecea un balón para Navas y este con un disparo raso la mete dentro. En el resto de esta primera secuencia no hay nada más que destacar. Bueno sí, al impresentable de Ayza Gámez. No voy a hablar de él porque al final la derrota fue justa.
La segunda parte fue peor que la primera, y mucho. Sólo hubo un equipo en el césped húmedo del Ramón Sánchez Pizjuán, y ese precisamente no fue el Sevilla. Las ocasiones las tuvieron ellos. Andábamos perdidos, como un vagabundo que no sabe a donde va. Igual. La gota que colmó el vaso fue el gol del Athletic, 1-2 (gran fallo de Spahic dándole la pelota al Athletic) y para casa calentitos.
3 puntos en los últimos cinco partidos en casa. Quinto encuentro consecutivo sin ganar.
Pero hoy, la verdad, no me voy a enfadar. Ya me cansé de enfadarme cuando mi equipo no gana. Hoy no. Basta ya.
Sólo digo que algo gordo está fallando y, cuanto antes se arregle, mucho mejor.
Estoy de acuerdo contigo. El equipo tiene un grave problema y parece que ellos mismos y que Marcelino y compañía no lo quieren ver... y cuando lo vean será demasiado tarde. Esperemos que esto mejore, porque no nos merecemos(los aficionados) lo que nos están haciendo.
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