El 'bueno' de Diego Costa.

Esto es muy fácil.

Si un futbolista pisa intencionadamente a otro en el transcurso de un partido debe ser castigado por agresión. Cualquier futbolista de cualquier equipo. Repito, de cualquier equipo. Ya lo haga Soldado, Kondogbia, Bravo, Iborra o Diego Costa. El que sea.

Y este último entra. Sí, sí. ¿O no?

La prueba más clara de la manera tan diferente que hay a la hora de amonestar a un equipo y a otro la encontramos ayer mismo.

Se jugaba un Atlético-Real Sociedad (0-1), y un tal Diego Costa pisa queriendo a Agirretxe, este estando tumbado en el césped.

Si quieres ver mejor un vídeo, aquí te lo dejo.

Bajo mi opinión, creo que este pisotón es más grave que el de Kondogbia de hace unas semanas. No voy a entrar si fue queriendo o sin querer.

No, porque Kondogbia ya se llevó su castigo. Además de ser expulsado con roja directa, tuvo su correspondiente sanción. En un principio le cayeron la cantidad de cuatro encuentros pero, después de que el club reclamase, todo se quedó en dos, que cumplirá en la Copa del próximo año. Y no olvidemos que Diego Costa imitó a un mono en esa misma jugada. Ahí están las imágenes. Él salió limpio del partido a pesar del racismo.

Ayer, como digo, este tal Diego Costa hace eso, realiza esa agresión y se lleva, ojo, una simple amarilla. Con el reglamento en mano, una agresión en el fútbol es, sin duda, roja directa y a la calle. Sin más.

Pero no. Parece que él es especial para los árbitros o yo que sé, y tras hacer esa agresión siguió jugando el partido como si de el futbolista más limpio de la Liga se tratase. Y si no se llevó la roja ya no hablemos de sanción. Continuará viajando por los estadios y seguirá repartiendo lo que reparte sin que nadie lo pare.

Así funciona esta Liga, no es ninguna sorpresa. Aquí los castigos siempre para los mismos. Se les permite de todo a Madrid, Barcelona y, ahora, a Atlético mientras que a la más mínima de los otros 17 equipos que componen la competición, sanción y a callar.

No estoy de acuerdo con los que afirman que les gustarían tener a Diego Costa en su equipo, en un Sevilla por ejemplo. ¿Cuánto duraría ese jugador aquí? Ya lo habrían tachado de asesino, de racista, de agresor. De todo. Estaría más tiempo castigado que otra cosa.

Yo, aquí, no lo quiero.