Hablemos de aquel jugador situado en la banda, realizando jugadas y regates maravillosos. Aquel que se iba y provocaba faltas peligrosas, acompañadas de tarjetas amarillas para el contrario, y de goles cuando el que tiraba el libre directo lo conseguía. Jamás olvidaré ese 0-1 al Atlético de Madrid en la final de la Copa del Rey. Golazo, sin lugar a dudas. Estoy hablando, por supuesto, de Diego Capel, el almeriense que ya no es jugador del Sevilla FC.
Se marcha traspasado al Sporting de Lisboa, equipo portugués, firmando un contrato por cinco años. Este mismo viernes se ha llegado a un acuerdo, y la web ya lo ha hecho oficial.
Dieguito Capel era uno de esos jugadores que cuando saltaba al terreno de juego me obligaba a dibujar una sonrisa en mi rostro, pues me encanta como juega, y me encantará siempre.
No quería que se marchara, pero si aquí no va a jugar lo suficiente, me parece bien que se vaya y disfrute en un equipo dónde juegue más minutos, porque él se los merece.
Este lunes a las 12h de la mañana se despedirá ante la atenta mirada de todos los Sevillistas y medios deportivos. Estoy seguro de que va a ser una despedida muy emotiva.
Muchísima suerte al gran Diego Capel en su vida y en su trayectoria futbolera. Yo te seguiré allá donde vayas, y seguiré sonriendo cada vez que vea uno de tus maravillosos regates.
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