Para la Liga española, claro.
Saco estos dos fragmentos de dos actas, sin cambiar ni una sola palabra.
'Expulsado por, mientras realizaba los ejercicios de calentamiento, protestar airadamente al árbitro asistente, con los brazos en alto y de forma continuada una de mis decisiones'.
'Expulsado por golpear con la pierna en la cara de un contrario sin ánimo de disputar el balón, teniendo este ultimo que ser atendido en el terreno de juego'.
Las dos acciones fueron resueltas con tarjeta roja, a dos jugadores diferentes y por dos motivos distintos.
El primer fragmento corresponde a Reyes, mientras que el segundo es de Cristiano Ronaldo.
Adivinen a qué futbolista le ha caído un mayor número de partidos de sanción.
Correcto. No podía ser de otra manera.
A Reyes, por protestar al linier una jugada en la que señaló un fuera de juego inexistente por tres o cuatro metros, dos partidos de sanción. Y sin insultar ni nada.
Foto: sevillafc.es
Mientras, a Cristiano, por ponerle la bota en la cara a un rival, por agredir claramente a un contrario, un simple encuentro de castigo. Sólo uno.
Con esto sacamos una conclusión: protestar es más grave y más caro que agredir, al menos en España. Algo que se sale de la realidad pero es lo que entendemos todos con esta resolución. Agredir cuesta un partido y protestar (sin insultar, porque el acta no recoge ningún insulto), dos.
Por tanto, Reyes no jugará más esta temporada, se perderá los dos encuentros que restan: Osasuna y Valencia. Es como si hubiesen dicho: 'Le metemos dos partidos y nos lo quitamos de en medio'.
Una prueba más de la basura de Liga española que tenemos, siempre beneficiando a los mismos y a los demás que nos fastidien, por no decir otra cosa.
Al parecer, nadie del club levanta la voz y se queja de todo lo que estamos sufriendo este año.
¿Por qué?
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