No resultó nada fácil vencer en la calurosa mañana de hoy a Osasuna en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante más de 30.000 espectadores. El Sevilla FC logró hacerse con tres puntos esenciales tras el empate con sabor a derrota de la pasada semana. También se antojan cruciales por el choque que se nos presenta este miércoles.
Foto: sevillafc.es
Sorprendió Unai Emery con el once que sacó de inicio. Pasó al 4-4-2, con dos delanteros. Regresaron Rakitic y M'Bia. A mí me encantó este equipo. Beto; Diogo, Pareja, Carriço, Alberto Moreno; Jairo, Rakitic, M'Bia, Víctor Machín; Bacca, Gameiro.
Podría decirse que desde el comienzo fue el Sevilla el que quiso llevar la batuta en todo momento, sin otra intención que la de ganar. De hecho, en el primer minuto Jairo desaprovechó la primera oportunidad, a pesar de que el asistente señaló un fuera de juego inexistente. Demasiado pronto para equivocarse.
No tuvo que intervenir en demasía Beto más allá de las dos paradas consecutivas en el ecuador del primer tiempo. Todo gracias al control local. Un control que, sin embargo, no se traducía en ocasiones claras de gol.
En el minuto 34 ocurrió la acción que seguramente condicionaría el resto del encuentro. Roja a Damiá por falta a Gameiro, cuando el francés encaraba a Andrés Fernández. Justa a mi parecer, aunque sí es cierto que el que hizo la entrada fue Arribas. Esto no quita que la expulsión sera merecida. Anteriormente González González le perdonó la segunda amarilla a Silva.
Todo se había puesto bien para que los tres puntos se quedaran en casa. A los diez minutos de la reanudación, M'Bia realiza una gran asistencia para que Rakitic definiera a la primera y subiera el 1-0. Al fin el primero.
Bacca quiso participar y estrelló hasta en dos ocasiones la pelota en la madera. Esto ha convertido al Sevilla en uno de los equipos con más disparos al palo de la Liga.
Foto: sevillafc.es
Mientras transcurría el segundo tiempo fueron sucediéndose los cambios y Emery dio entrada a Perotti (recibió aplausos y pitos de la grada), Cristóforo y Rusescu. El rumano debutó en Liga disputando los últimos diez minutos y a mí me gustó. Entró en juego, le pegó dos veces y estuvo a punto de marcar, pero el lanzamiento escorado se paseó por la línea de gol. Espero que Unai vaya contando más con él.
A falta de un cuarto de hora para el final, Jairo se construye él solito la jugada del 2-0, después de dejar pasar la pelota, meterse en el área y batir por bajo al portero navarro. Partido sentenciado, o eso parecía.
Foto: sevillafc.es
Ya pasó lo que pasó en Pucela. Hoy no ocurrió lo mismo pero no faltó demasiado, porque en el minuto 86 Oriol recortó distancias de cabeza y ponía el sufrimiento en la grada. 2-1. Con este equipo siempre hay que sufrir. Beto al parecer acabó con problemas en la ingle.
Pero ya el marcador no se iba a mover y con el 2-1 justo llegamos al final. Victoria clave por el 2-2 pasado y, también, por el partido que se nos presenta este miércoles a partir de las 22h de la noche. El Bernabéu. Por lo visto perjudicaron al Madrid en el clásico. No me extrañaría que José Antonio Teixeira Vitienes se encargara de compensar las cosas.
Creo que se mejoró la imagen respecto a Liberec, aunque la mejoría es
bastante leve. Fuerte la defensa en general, salvo en el gol de Osasuna.
Partidazo de Daniel Carriço.
Acumulamos siete partidos consecutivos sin perder (4 victorias y 3 empates) entre Liga y Europa League. Subimos a la 9ª plaza con 13 puntos, restando varios partidos aún para concluir la décima jornada. Sumamos 11 puntos de los últimos 15 disputados. No está nada mal.
Siguen quedando cosas por pulir, por supuesto. No debe costar tanto ganar si estás durante 55 minutos con un jugador más y mandas en el campo.
Por eso, hoy se ganó con más sufrimiento de lo debido.
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