No es nada malo el resultado que nuestro Sevilla ha conseguido sacar de Eslovenia en la ida de los Dieciseisavos de Final de la Europa League, esa competición que tantas alegrías nos ha dado. Empate a dos ante el Maribor que deja abierta la eliminatoria para la vuelta dentro de una semana en casa, aunque esos dos goles a domicilio facilitan algo las cosas.
Aun así, no podemos estar contentos esta noche con el global del partido. Entre otras cosas porque no podemos olvidar que este Maribor no competía en un choque oficial desde hace más de dos meses. La última vez que lo hizo fue el 12 de diciembre, y sin embargo parece que su ritmo es similar al nuestro. Debimos ganar y no lo merecimos.
Foto: sevillafc.es
No fuimos capaces de vencer a un conjunto que, aunque es líder de su simple liga, es uno de los clubes más planos de todos los que quedan en esta competición, pero nos hicieron dos goles. Da la sensación de que aquí nos marca cualquiera, prueba de la blanda zaga sevillista.
La imagen que dimos en la primera parte fue desastrosa. Hasta el minuto 45 no llegó una oportunidad clara del Sevilla: el taconcito de Kevin Gameiro que incomprensiblemente no acaba dentro. Ya está. Pero resulta que antes Tavares ya había puesto por delante al Maribor.
Tras la reanudación parece que la cosa mejoró, porque el Sevilla fue capaz de darle la vuelta al marcador gracias a dos asistencias de Rakitic: una de jugada que anotó Gameiro en el 48' (un gol que necesitaba mucho el francés), y otra de córner que remata de cabeza Fazio en el 71'. 1-2. Destacar también el regreso a buen nivel de Marko Marin, que entró en detrimento de Cheryshev, nuevamente lesionado.
Foto: sevillafc.es
Sin embargo volvió a ocurrir lo que ya venimos viendo en partidos anteriores, como en La Rosaleda. Vas ganando y te limitas a defender ese resultado. Y no lo consigues. Vršič firma el 2-2 definitivo después de una mala actuación defensiva. En la recta final Trochowski pudo hacer el tercero si no llega a ser por la madera, y se reclamó un penalti a Rakitic que existe tras ver varias repeticiones. Otro más.
Quizás, la imagen tan mejorable y tan pobre que ha dado este Sevilla hoy se deba a la cabezonería de Unai Emery volviendo a colocar a Carriço en el doble pivote y a Pareja de central. Sigo sin entender como este jugador es titular a día de hoy en este equipo. No tiene nivel. No vale. A día de hoy, digo. Pero Emery lo sigue poniendo. Cuando el argentino peligraba de ser expulsado Unai rectificó su planteamiento y retrasó a Daniel Carriço a la defensa. ¿Cuántas veces ha hecho ya este cambio? ¿Por qué no empezar desde el comienzo así? En Vallecas volverá otra vez a lo mismo y parece que no quiere enterarse de que Fazio y Carriço es actualmente la mejor pareja de centrales que tiene este equipo.
El caso es que aquí todos vemos esto que tanto salta a la vista.
Todos, menos el que de verdad debe verlo.
Y ya son siete partidos consecutivos sin conocer la victoria.
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