Ocho minutos fatídicos (2-3)

Corría el minuto 31 de encuentro cuando Krychowiak chocó con su nariz en la cabeza de Ramos, y el polaco tuvo que ser atendido en la banda por la abundante sangre que salía del tabique nasal. Incluso se cambió de equipación casi por completo. Lo que parecía que iba a durar uno o dos minutos se alargó demasiado y fueron cerca de diez. 

De esos diez, en tres minutos Cristiano anotó dos goles que complicaba mucho la vida a un Sevilla FC que, en líneas generales, lo hizo mejor y mereció, al menos, sacar un punto de esta cita tan complicada. Bajo mi punto de vista, ahí se perdió el encuentro. No se puede permitir que estemos tanto tiempo con diez futbolistas, y menos ante un Madrid que eso lo sabe aprovechar. Sea culpa de Unai por no hacer un cambio, o culpa de los jugadores por no saber manejar esos minutos con posesión y pérdidas de tiempo. La derrota empezó ahí.

Imagen: sevillafc.es

Obviamente este Sevilla tiene raza y coraje y no se iba a dar por vencido tan fácilmente. El equipo se metió en el choque con un gol de Bacca desde los once metros por un penalti claro de Ramos a un Aleix Vidal soberbio (menos mal que González González lo pitó, porque su arbitraje ha dejado mucho que desear, como no podía ser de otra manera). Gol número 20 de Carlos en la competición nacional. Se nos vino a la cabeza el reciente 2-2 ante el Barcelona.

En la segunda mitad, y con Krychowiak con una máscara en el rostro, el equipo de Unai salió volcado y con la única idea de igualar el marcador lo antes posible, pero no se aprovecharon las oportunidades y sí lo hizo el Madrid, que se puso 1-3 con otro gol de Cristiano (a ver cuando hacemos algo para que este hombre no nos meta tantos goles). Parecía irse todo por la borda, pero Iborra, recién ingresado en el campo, anotó el 2-3 en el 79'. Los últimos diez minutos del Sevilla fue una locura de ataque sobre el área de Iker Casillas. Incluso tuvimos una triple oportunidad para empatar, pero hoy no hubo esa pizca de fortuna y acierto. No merecimos caer derrotados, eso está claro.

Imagen: sevillafc.es

Termina así una racha de 15 partidos seguidos sin perder (desde el 22 de febrero), y 15 meses sin caer en el Ramón Sánchez-Pizjuán (desde el 9 de febrero de 2014), que se dice pronto. Alguna vez tenía que terminar esta enorme dinámica, y ha sido hoy. Es para estar orgullosos del equipo y de los 40.000 aficionados que alentaron a los suyos desde el comienzo hasta el final. Incluso después de haber terminado el enfrentamiento continuó la fiesta. La campaña es y será un temporadón.

Ya, con el objetivo principal de entrar en Europa cumplido, lo más importante llega este jueves (21:05h), cuando recibiremos en Nervión a la Fiorentina en la ida de las semifinales de la Europa League. Hoy perder estaba entre los planes, pero el jueves no se puede fallar.

Estamos a dos pasos de una nueva final.