Buen resultado el que ha obtenido esta noche el Sevilla FC ante el Valencia en la ida de la semifinal de la Europa League tras marcar dos goles y, sobre todo, dejar su portería a cero en casa, cosa importante en esta competición.
Con más de 33.000 personas en la grada realizando un mosaico, el Gol Norte desplegando un tifo y un equipo esperado, los de Unai y los de Pizzi firmaron un primer tiempo igualado, sin demasiado ocasiones, aunque las más claras las disfrutamos nosotros.
Pasada la media hora, en nuestro mejor momento, Rakitic, como si tuviese un guante en sus pies, centró una falta que peinó Carriço y se encontró M'Bia para que, de espuela, hiciese el 1-0. Gol, hay que decir, que en fuera de juego. Sí, lo es, y nos lo han concedido, como en otras ocasiones nos han quitado tantos totalmente legales. Veo, por cierto, muy cabreados a los valencianistas por esto. No hablaban igual de los cuatro (cuatro, señores) penaltis que no nos señalaron en Liga ante ellos mismos. Ni hablan de la mano de Mathieu dentro del área al tiro de Gameiro que debería haber acabado en penalti. De esto tampoco se comenta nada. Claro.
Solo tres minutos más tarde, Vitolo se inventó una asistencia que Bacca finalizó con el 2-0 después de una jugada individual y de calidad del colombiano. El delantero, con 21 goles ya en la temporada, ha demostrado que, además de marcar, sabe bajar a defender y tiene muchos recursos a la hora de driblar.
La segunda mitad fue del Valencia en gran medida en cuanto a la posesión, aunque hablando de ocasiones todo está bastante equiparado. Un paradón de Beto a disparo de Jonas, primero, y el larguero, después, evitaron el tanto ché que los habría metido de lleno en la eliminatoria. Por suerte no entró, aunque el Sevilla también pudo ir a Valencia con un resultado más cómodo si, por ejemplo, Fazio, Bacca e Iborra en el descuento hubiesen estado algo más acertados ante un Guaita que evitó una goleada.
El 2-0 es bueno, encarrila la eliminatoria, pero ni mucho menos está todo dicho. Mestalla es un escenario que aprieta mucho y allí tocará sufrir. Más si nos metemos atrás. En una semana debemos salir a ganar, a meter un gol que prácticamente lo sentencie todo. Para ese encuentro Paco Alcácer no podrá participar.
Antes, una vez pasado esto, llega otro partido importantísimo para poder asaltar la cuarta plaza, la zona Champions. El domingo a las 19h el Sevilla saltará al Nuevo San Mamés con la idea de vencer y escalar un puesto más. Difícil, pero no imposible.
Y es que, como se dice, el final de la temporada está siendo muy, muy ilusionante.
Y bonito.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Escriba su comentario sin insultos ni provocaciones, por favor.
Gracias por participar.