Mal Sevilla, peor árbitro (1-0)

Creo que no sería del todo justo criticar sin parar a Unai Emery por la derrota de hoy en Balaídos. El partido era para ganarlo, por un gol o por más, y ampliar esa racha positiva de resultados. El rival era propicio para ello.

El planteamiento del técnico fue parecido al de Pamplona: regalarle la pelota al rival y esperar a las contras. Esas que tuvimos en El Sadar y materializamos. Hoy las tuvimos, pero no hubo el mismo acierto. Bueno sí, en una de ellas Gameiro sí marcó, pero entre el linier y Martínez Munuera señalaron un fuera de juego inexistente y que nos privó de adelantarnos en el marcador. De ser así no sabríamos como habría continuado el choque.

Para colmo, en el minuto 86, el mismo árbitro señala un penalti más que dudoso por mano (brazo) de Fede Fazio. Yo, sinceramente, creo que hay una posible falta sobre el argentino y esto hace que el central del Sevilla se desequilibre, saque los brazos y pueda llegar a tocar la pelota. Nadie del Celta lo protesta. Riguroso, cuanto menos, y que a un Barcelona no le pitan en contra, seguro. Nolito lo marca y perdemos 1-0 ante el peor local de Primera. El mismo Nolito que, tras acabar el partido, afirmó que volvería a ver la pena máxima repetida y que a veces viene bien un poco de suerte. Pues eso.

La derrota, más allá de si es justa o no, viene marcada por dos decisiones arbitrales y creo que hoy podemos hablar de un nuevo robo. Porque el Sevilla hoy firmó un decepcionante encuentro, pero eso no le da derecho a Martínez Munuera a pitar a su antojo. Y puede que el triunfo ante el Madrid haya afectado en esta 'gran' Liga que tenemos.

Dejando a un lado esto, pienso que la posición de Rakitic es la de mediapunta y no la de mediocentro como en la que actuó hoy (a ver cuando dejamos de hacer experimentos absurdos). El croata no destacó apenas en ese lugar tan retrasado.

Foto: sevillafc.es

Además, me extrañó la titularidad de un Trochowski al que no se le vio nada bien como para serlo, así como el no darle ni un minuto a Marko Marin, un jugador que puede darte mucho en alguna jugada aislada (véase la asistencia a Rakitic para ganar al Almería en el descuento).

En definitiva, mal Sevilla y peor árbitro, aunque después de la buena racha de resultados que acumulábamos tampoco está la cosa como para quejarnos demasiado. 

Todo no se puede ganar.